Busque en Google “la retroalimentación es un regalo” y encontrará suficientes citas para llenar un anuario de la escuela secundaria. Si bien existe la posibilidad de que eso sea cierto, la forma en que lo empaque y lo entrega es importante. Con ese fin, estos son nuestros consejos más importantes para dar retroalimentación.
1. No intentes ocultarlo.
Esto no es como meter espinacas en un batido de mango para que alguien coma más verduras. No puedes engañar a alguien para que reciba comentarios. En su lugar, sé claro cuando estés a punto de dar retroalimentación, incluso si eso significa adoptar una frase de referencia para iniciarla cada vez. Ejemplos:
- “¡Tengo algunos comentarios sobre X! ¿Puedo compartirlo?”
- “Me preocupa que X no esté encaminado. ¿Podemos programar una hora hoy para hablar de eso?
2. Sistematizalo.
Si eres alguien que se siente estresado o incómodo al dar retroalimentación, la sistematización es imprescindible. Si espera hasta que la retroalimentación sea urgente, habrá perdido varias oportunidades para darla. Más importante aún, sistematizar la retroalimentación ayuda a mitigar el sesgo. Tendemos a sentirnos más cómodos compartiendo comentarios con personas que son como nosotros o con quienes nos sentimos cercanos. Esto significa que, a menos que elija lo contrario intencionalmente, su personal que tiene identidades marginadas que son diferentes a la suya probablemente reciba menos comentarios en general. ¡Menos retroalimentación = menos oportunidades para crecer! Aquí hay formas de sistematizar:
- Inclúyelo en tu agenda de registro así que es solo parte de lo que discuten cada semana.
- Para los proyectos, adquiera el hábito de programar informes.
- Si usted incorporación de un nuevo miembro del personal o comenzar una nueva relación entre el gerente y el personal, incorpore dar y solicitar comentarios desde el principio, para que se vuelva normal.
3. No trate de “suavizar el golpe” de la retroalimentación crítica con elogios.
Esto generalmente sale como poco sincero. Incluso si el elogio es real, se pierde en medio de la retroalimentación correctiva porque la gente tiende a sobrevalorar lo negativo. La única excepción a este consejo es si ha sistematizado la retroalimentación de tal manera que brinde elogios y retroalimentación correctiva en la misma sesión de manera regular; si ese es el caso, ¡siga así!
4. Separe los resultados del esfuerzo (¡y reconózcalo!).
Puede dar retroalimentación correctiva sobre un resultado que no cumplió con las expectativas mientras reconoce el esfuerzo que se realizó. Comunique que valora el tiempo y el trabajo invertido y el socio para lograr mejores resultados en el futuro ("Sé que trabajó muy duro para llevar a cabo este evento. Creo que el proceso de registro demoró un poco más de lo que ninguno de nosotros esperábamos, así que hablar sobre cómo podemos mejorar eso en el futuro”).
5. No olvides modelo de receptividad a la retroalimentación
Pida comentarios de su personal y comparta sus propias reflexiones. Puede hacer esto en general ("¿Hay algo que podría estar haciendo de manera diferente?") y específicamente ("No reservé suficiente tiempo para prepararme para X y, como resultado, sucedió Y"). Esta no solo es una oportunidad para practicar y modelar la autoconciencia, una mentalidad de crecimiento y la vulnerabilidad, sino que también puede ayudar a su personal a ser más receptivo a recibir comentarios y más dispuesto a compartirlos con usted.